Cómo Dejar de Estar Atrapado en Mis Creencias
- Marc Fernandez Juncosa
- 27 may
- 3 Min. de lectura

¿Sientes a menudo que hay algo invisible que te frena, que te mantiene dando vueltas en los mismos patrones de pensamiento o comportamiento? ¿Te has preguntado alguna vez si esas ideas que consideras "tuyas" son realmente las que te permiten crecer o si, por el contrario, actúan como muros que limitan tu horizonte? Si estás aquí, es probable que intuyas que tus creencias juegan un papel fundamental en esto y quieres saber cómo puedes dejar de sentirte atrapado por ellas. ¡Excelente! Estás en el lugar adecuado para empezar a desentrañarlo.
Bien, cuando hablamos de estar "atrapado" en nuestras creencias, nos referimos a ese estado en el que nuestras ideas más arraigadas sobre nosotros mismos, los demás o el mundo, operan de forma tan automática y profunda que ni siquiera las cuestionamos. Son como las reglas no escritas de un juego que jugamos cada día, sin darnos cuenta de que podríamos cambiar esas reglas. Recuerda, una creencia es una idea que sostenemos como una verdad irrefutable, una certeza sobre algo.
Imagina por un momento que llevas toda tu vida caminando por una casa con muchas habitaciones, pero solo utilizas unas pocas. ¿Por qué? Porque alguien, alguna vez, o tú mismo a través de tus experiencias, decidiste que las otras puertas estaban cerradas con llave, o que detrás de ellas no había nada interesante, o incluso que eran peligrosas. Esas "decisiones" o "conclusiones" son tus creencias. Y así, sin darte cuenta, has limitado tu propio espacio vital, te has quedado "atrapado" en una pequeña sección de tu propia casa.
Por lo tanto, si crees firmemente, por ejemplo, "no soy bueno para las relaciones", cada interacción social, cada posible nueva amistad o pareja, la filtrarás a través de esa creencia. Buscarás inconscientemente pruebas que la confirmen y descartarás las que la contradigan. Terminarás actuando de maneras que, efectivamente, dificulten tus relaciones, reforzando así la creencia original. Te quedas atrapado en un ciclo que tú mismo, sin saberlo, perpetúas. La creencia se convierte en una profecía autocumplida.
Entonces, ¿cómo empezamos a abrir esas puertas cerradas? ¿Cómo dejamos de estar atrapados? El primer paso, y el más crucial, es tomar conciencia de esas creencias. Es como encender una luz en esas habitaciones oscuras de tu casa interior. Y una vez que las iluminas, el siguiente paso es cuestionarlas.
Cuestionar una creencia no significa que sea "mala" o "incorrecta" de forma absoluta. Significa preguntarte si sigue siendo útil para ti, si te expande o te limita en el momento presente. Aquí te dejo algunas preguntas que puedes empezar a hacerte sobre una creencia que sospeches que te tiene atrapado:
¿Es esta creencia 100% cierta, siempre y en todas las circunstancias? Busca excepciones.
¿De dónde viene esta creencia? ¿La aprendí de mi familia, de mis experiencias, de la sociedad? ¿Fue una conclusión que saqué en un momento dado y que ya no se ajusta a mi realidad actual?
¿Cómo me siento cuando sostengo esta creencia? ¿Me da paz, me genera ansiedad, tristeza, resignación?
¿Qué pasaría, o qué haría diferente, si no tuviera esta creencia? Visualiza esa posibilidad.
¿Esta creencia me protege de algo? Y si es así, ¿esa protección sigue siendo necesaria o me está impidiendo vivir más plenamente?
Recuerda el ejemplo del mar que vimos en otra ocasión: dábamos por sentado que era azul, pero al cuestionarlo descubrimos una realidad más profunda. Lo mismo sucede con nuestras creencias más arraigadas. Cuando empiezas a hacer estas preguntas, no con juicio, sino con curiosidad genuina, algo empieza a cambiar. Las paredes de esa habitación en la que te sentías atrapado comienzan a volverse transparentes, o incluso a desmoronarse.
Dejar de estar atrapado en tus creencias es un proceso, un camino de autodescubrimiento. No se trata de eliminarlas todas, sino de elegir conscientemente aquellas que te sirvan para construir la vida que deseas, aquellas que te abran puertas en lugar de cerrarlas. Se trata de darte cuenta de que tú tienes la llave de muchas más habitaciones de las que imaginabas.
Empezar a cuestionar es el primer gran paso para recuperar tu libertad interior y ampliar tu mundo. La recompensa es una vida con más opciones, más flexibilidad y, en última instancia, más auténtica. Marc Fernandez Juncosa Coach-Terapeuta
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